La
jirafa (
Giraffa camelopardalis) es una
especie de
mamífero artiodáctilo de la
familia Giraffidae propio de
África. Es la más alta de todas las especies vivientes de
animales terrestres. La cima de la cabeza puede llegar a encontrarse a 5,8
m de altura y puede pesar de 750
kg hasta 1,6
toneladas.
2 El nombre común 'jirafa' y primer término del nombre
binomial Giraffa proviene del
árabe الزرافة (
ziraafa o
zurapha), que significa "alta". El segundo término que da nombre a la especie
camelopardalis proviene del
griego καμηλοπάρδαλη
camelopardale y del
latín camelopardalis, que significa "camello leopardo".
La jirafa está emparentada con
cérvidos y
bóvidos, pero pertenece a otra
familia, los jiráfidos (
Giraffidae), que comprende únicamente a la jirafa y su pariente más cercano, el
okapi.
Julio César introdujo la primera jirafa en Europa traída de su campañas en
Asia menor y
Egipto donde conoció a
Cleopatra. Sin tener claro qué animal era, los romanos la bautizaron
cameleopardo, un cruce entre
camello y
leopardo, convirtiéndose en el nombre científico que se utiliza hasta hoy.
La jirafa normalmente habita en
sabanas
o en espacios abiertos. Sin embargo, cuando el alimento escasea, es
capaz de adentrarse en áreas con densa vegetación. Las jirafas prefieren
las áreas de
acacias
en crecimiento. Pueden beber grandes cantidades de agua cuando está
disponible, lo que les permite sobrevivir a grandes periodos secos en
tierras áridas.
Origen y evolución
La jirafa es una de las dos especies vivas de la familia
Giraffidae, junto con el
okapi.
La familia fue muy amplia, con numerosas especies. Las jirafas
evolucionan de un gran mamífero ramoneador, de unos 3 metros y con
aspecto de antílope que vivió en
Europa y
Asia hace entre 30 y 50 millones de años.
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El
jiráfido conocido más antiguo es el
Climacoceras, parecido al
ciervo, con unos cuernos como los de la jirafa. Aparición a principios del
Mioceno. Ejemplos tardíos incluyen los géneros
Palaeotragus y
Samotherium,
del Mioceno inferior al medio. Ambos eran de considerable altura en la
cruz, habían desarrollado una cornamenta simple y no ramificada como las
jirafas modernas, pero aún tenían el cuello relativamente corto.
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A partir del
Plioceno Superior,
la variedad de jiráfidos se redujo drásticamente, hasta quedar
solamente las dos especies referidas anteriormente. El género al que
pertenece la jirafa moderna evolucionó durante el
Plioceno, e incluye otras especies de cuello largo, como
Giraffa jumae que no sobrevive hoy.
4 Alan Turner
propone, en su libro Evolving Eden (2004), que los ancestros de la
jirafa serían de color oscuro con manchas pálidas, y que esas manchas
pasaron a tener una forma estellada antes de formar el modelo reticulado
que hoy encontramos.
5 La especie moderna
Giraffa camelopardalis apareció durante el
Pleistoceno hace un millón de años.
La evolución de la longitud del cuello de las jirafas ha sido objeto
de mucho debate. La explicación clásica es que el cuello se alargó para
alcanzar la vegetación más alta que no era accesible para otros
herbívoros, dando a las jirafas una ventaja competitiva.
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Sin embargo, una teoría alternativa propone que evolucionan como
carácter sexual secundario, dando a los machos una ventaja ante el
"necking" para establecer el dominio y el acceso a las hembras
receptivas. Esta teoría se basa en que las jirafas comen frecuentemente
de arbustos bajos, y que el cuello de los machos es significativamente
más largo que el de las hembras.
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No obstante, esta teoría no está aceptada universalmente y estudios
recientes la han puesto en duda, apoyando la explicación clásica.
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Anatomía y morfología
Las jirafas son famosas por su cuello largo, que les permite alcanzar
las hojas más altas y tiernas de los árboles y sus largas patas
delanteras, que son mucho más largas que las traseras. Esa proporción y
longitud les obliga a un inusual paso moviendo primero las patas de un
lado y luego las del otro a poca velocidad, y cruzando las patas
traseras en el exterior cuando van a toda velocidad. Las jirafas son una
presa difícil y peligrosa. Se defienden con una poderosa coz capaz de
partir el cráneo o la columna de un león, los únicos predadores que
suponen una amenaza para la jirafa adulta.
La estructura ósea del cuello no difiere de la de otros mamíferos: no tiene vértebras extras, pero cada uno de los siete
vértebras cervicales
está muy alargado. Cada vértebra está separada por juntas flexibles;
las vértebras de la base del cuello son puntiagudas y proyectan la
joroba por encima de los hombros sosteniendo el musculoso cuello.
Además tiene unos pequeños cuernos, llamados
ossicorns, que aparecen en ambos sexos, aunque los de las hembras son más pequeños. Están formados por
cartílago
osificado. Su apariencia es un método fiable de distinción sexual; en
las hembras poseen un pequeño penacho de pelo en la parte superior, y en
los machos aparecen sin pelo debido al efecto de los combates (
necking).
Los machos a veces también desarrollan depósitos de calcio en el cráneo
con la edad, dando la impresión de un tercer cuerno adicional.
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